Antes de saber leer y escribir...actividades discriminación de letras

¿Os habéis preguntado alguna vez qué saben vuestros hijos sobre las letras, las palabras, sobre la lectura en general, antes de saber leer y escribir?. ¿cómo podemos preparar el camino respetando su nivel de desarrollo, madurez y su ritmo de aprendizaje en este tema?. 

En ocasiones tenemos demasiada prisa porque aprendan a leer y a escribir, existen falsas creencias sobre niños más inteligentes si aprenden antes a leer. Hay quien opina que los niños no deberían aprender a leer ni escribir hasta los 6 años. Pero como en todo CADA NIÑO TIENE SU PROPIO RITMO.

Los niños, antes de saber leer o escribir tienen unas ideas sobre la lectoescritura, fruto de su experiencia y conocimiento del mundo, nuestros hijos viven en un mundo gráfico, están expuestos a imágenes y diferentes símbolos ( es importante que el entorno en el que se muevan sea estimulante, tener libros y revista que manipular, visitar bibliotecas, leer carteles en la calle...). 


La primera conclusión a la que llegan los peques es que dibujar no es lo mismo que escribir, son capaces de distinguir los dibujos del resto de los símbolos...si les pedimos que hagan un dibujo usarán unos trazos diferentes a si les pedimos que escriban algo (que hagan letras). Siempre que hagan un dibujo les pediremos que escriban su nombre o que le pongan un título (como ellos puedan, no es necesario que las letras sean como las de los mayores, después nosotros loas podemos transcribir)


¿Pero qué son letras y qué no lo son? esto es algo que normalmente les cuesta más, letras, números y otros símbolos se parecen... y para ello les podemos proponer actividades como estas. El objetivo en estas actividades NO es aprender el nombre de las letras (desde mi punto de vista algo no necesario para poder leer o escribir, LEER es mucho más que sonorizar las letras, nuestro sistema de escritura NO REPRESENTA SOLO LOS SONIDOS, es algo mucho más complejo que deberán ir construyendo a partir de la manipulación del lenguaje).

En estas dos actividades se trabajan varias cosas.

  • Distinguir letras de números.
  • Clasificar letras ( o números que son iguales).
  • Atención y observación. 

Materiales:

  • Letras y números imantados (se puede hacer con cualquier otro material casero: abecedarios y juegos de números escritos en conchas, piedrecitas, papel...) y letras y números escritos en gomets (pegatinas)
  • Bandeja imantada (se ha usado una de hornear galletas).
  • Lo que sobra del rollo de papel de cocina.
En la primera actividad se presentan números y letras imantados y se pide que se separen los números de las letras, esta actividad se ha realizado en varios días, primero en el tablón grande (blanco) se ponía una linea dividiéndolo en dos (la ciudad de las letras y la ciudad de los números), al principio fue complicado y se quitaron unas cuantas fichas. Otro día se pusieron en la bandeja pequeña (gris) números y debía encontrarlos y separarlos de las letras, haciendo una clasificación; otro día hicimos lo mismo con las letras. Otras actividades que realizamos con el mismo juego era encontrar los intrusos, ponía las letras y 5 números y él los tenía que descubrir (podéis aumentar o disminuir el número de intrusos); o encontrar la letra que es igual a... poniendo una en la bandeja pequeña.

La segunda actividad, el tubo de las letras, fue un juego que preparé para un viaje. Con el tubo que queda al terminar el papel de cocina escribí números y letras. En una hoja de gomets círculos de colores escribí las letras y él las debía buscar y pegar (el tubo quedó precioso y se convirtió en  un catalejo).























Si queréis saber más sobre el tema de la lecto- escritura lo hemos tratado en entradas anteriores:
Y en la página Lecturas infantiles podéis encontrar los enlaces a las entradas con actividades propuestas para fomentar el desarrollo lectoescritor.



Cambios y mudanzas con niños

Hoy quiero compartir con vosotros algo que hemos vivido en las últimas semanas: UNA MUDANZA. Los que ya hayáis vivido alguna ya sabéis lo que conlleva, pero no me voy a quedar en las cajas, rollos de cinta empaquetadora, vaciar cajones, armarios, limpiezas.... quiero presentaros esta experiencia desde el plano emocional y la vivencia con niños.

Esta no es la primera mudanza de la familia (y os aseguro que es algo a lo que no te acostumbras, pero de lo que sí aprendes). Vivimos fuera de nuestro país de origen y sé que nos esperan alguna más...

En la primera mudanza familiar peque acababa de  cumplir 2 años, salíamos de nuestra ciudad, "de nuestra vida" para empezar una nueva etapa en el país vecino. Yo era superconsciente que el cambio le iba a afectar (y de hecho afectó en su comportamiento: nuevos miedos nocturnos, se intensificaron las rabietas...). 

Todo el mundo te dice: "no te preocupes por el niño, ellos se adaptan enseguida, verás que bien le va a ir"...y es verdad que se adaptan a los cambios (por propio instinto de supervivencia), pero debemos estar preparados para ACOGER sus emociones y su manera de vivir los cambios, RESPETARLAS y ACOMPAÑARLAS. Es fácil decirlo y escribirlo, pero la realidad es otra, pues también los adultos (sus referencias y figuras de apego) tenemos nuestros miedos, preocupaciones y explosiones emocionales...creo que ante esto solo funcionan altas dosis de PACIENCIA y BUEN HUMOR para aceptar, acoger y respetar nuestros propios sentimientos, ser compasivos con nosotros mismos.


Al enfrentarnos a este nuevo traslado (jugábamos con "ventaja" era el la misma ciudad, solo cambiamos la casa) tuve presente algo que leí en "El Mundo emocional del niño, comprender su lenguaje, sus risas y sus penas" de Isabelle Filliozat. Encontrarás el enlace para comprarlo aquí. :

  • D. fue partícipe en la elección de "la casa nueva", cada vez que íbamos con el agente de la inmobiliaria a visitar una vivienda él nos acompañaba y  después le preguntábamos que le había parecido. La decisión la tomamos nosotros como adultos, pero tuvimos en cuenta su opinión, sus necesidades, pues también es el lugar donde él va a vivir. Es verdad que en algunas visitas se mostraba cansado y que los adultos en ocasiones prescindimos de ellos para tomar ciertas decisiones por hacer las cosas más rápido, por no cansarles...pero él no se hubiera sentido escuchado, además el poder visualizar la casa nueva antes le ayudó a poder anticipar el futuro y sentirse seguro ante el cambio. La primera noche en la "casa nueva" durmió supertranquilo.
  • También participó en todo el proceso de la mudanza...cuando le comentamos que nos cambiábamos para estar más cerca de su cole, vimos casas...empezó a mostrar sus inquietudes ¿y mis juguetes van a estar en la casa nueva?¿dónde voy a comer?¿dónde voy a dormir?¿y "osito" también viene?¿y mi cepillo de dientes?...estas preguntas me aseguraban que estaba exteriorizando sus miedos, inquietudes y yo las respondía, él metía sus juguetes en las cajas de la mudanza, las cerraba y me ayudaba a abrirlas en la casa nueva y a colocarlos en su nuevo lugar. Sus juguetes y libros fueron "desapareciendo" poco a poco de la casa antigua (fue lo último en ser embalado). "Las tareas materiales relativas a una mudanza ayudan al trabajo de duelo de lo antiguo y preparan para afrontar lo nuevo. Empaquetar las cosas, , ordenar también significa comprobar el apego que sentimos por los objetos, revisar su historia"  (Isabelle Filliozat).

Nuestro peque vivió el cambio de manera consciente, le acompañamos en el duelo del pasado, en la consciencia de sí mismo y de lo que ha permanecido igual a pesar del cambio, él es el mismo, su familia sus juguetes están ahí a pesar de haber dejado atrás una casa, ha podido anticipar al representar lo que va a hacer en su nuevo hogar. Y aunque ha habido momentos de tensión y con dificultades las hemos superado y la adaptación a lo nuevo ha sido más fácil para él. 



El día D: Después del homeschooling



Nos apuntamos a otro carnavalito de blogs, esta vez organizado por Marvan en su blog  Orca. Esta vez nos preguntamos qué pasará después del homeschooling, cómo se adaptan los chicos al sistema escolar, a la universidad o al mundo del trabajo. Nosotros estamos todavía en fase de desescolarización mental y ni siquiera hemos llegado a la edad de escolarización obligatoria  y me cuesta imaginar como será la vida después  cuando todavía estoy haciéndome a la idea de que comenzamos la educación en familia.

Puede que finalmente escolaricemos al peque al cumplir los 6 años y todo esto se convierta en el recuerdo de una historia que finalmente no pudo ser. Quizá no escolaricemos hasta más adelante, si esto sucede, ya he pensado un poco en ello, y siguiendo los consejos de Mayra Rodriguez, de Estilo Familiar, intentaremos seguir en nuestro homeschooling una relación más o menos directa con lo que están haciendo los chicos de su edad en el colegio, está claro que siguiendo nuestro propio ritmo y nuestra metodología pero sin perder su referencia por si se diera el caso de una escolarización a mitad de ciclo.

Otra posibilidad es que pasen diez años ¡pasan tan rápido! y el peque se convierta en un joven de 16 años sin pisarla escuela y entonces seguiremos el ejemplo de Marvan con "el mayor" que se ha presentado a los exámenes y ha obtenido finalmente el título (en un rápido resumen de la historia, explicada con detalle en su blog . Pero claro, es difícil hacer planes a este respecto pues no sabemos cómo evolucionará la ley española en este sentido: ¿más permisiva o más restrictiva? sólo el tiempo lo dirá. Sabemos por experiencia que en España dos legislaturas y media dan para muchos cambios en educación.

Otra de las opciones que últimamente contemplo (y realmente creo que tiene posibilidades interesantes) es la de cursar un curriculum internacional para finalmente a los dieciocho años matricularle en una universidad estadounidense (y así que se vaya a conocer mundo) No en vano estoy segura de que todos los homeschooler recordamos las noticias que no hace tanto tiempo llegaban de Harvard .

Pero todo esto es sólo un suponer y un divagar ¿cómo voy a organizar su futuro? ¿y si decide que no quiere estudiar? ¿y si se pone a trabajar a los 16 años? España lidera el ranking de abandono escolar de la Unión.
¿y si consigue una beca deportiva? ¿o decide ser actor, escritor, músico? ¿o monta una start up con 13 años?

Claro que ya puestos a soñar,  lo mejor sería que nos tocara la lotería y pudieramos cambiar nuestro homeschooling por roadschooling, pero creo que eso da para otro Carnaval de blogs que podría titularse ¿cómo imaginas tu homeschooling si el dinero no fuera una limitación? ahí lo dejo.





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