En la niñez se establecen la mayoría de las conexiones cerebrales. Cada neurona se conecta con otras quince mil. Estas conexiones se llaman sinopsis. A los diez o doce años el cerebro ya alcanza casi el tamaño que tendrá de adulto y es también en este momento cuando el cerebro comienza a "deshacerse" de las conexiones sobrantes, es decir de las conexiones que no utiliza. de ahí la importancia del juego en la niñez pues es a base de repetición como el cerebro establece y fija las conexiones cerebrales, de la misma forma que una conexión que no se utiliza se termina perdiendo.
En la practica esto quiere decir que un niño que juega, que recibe una estimulación positiva, será un adulto emocionalmente receptivo. El neurocientífico H.Chugani, Hospital Infantil de Michigan, explica como el niño que aprende a tocar el piano, aprende las conexiones necesarias y, veinte años más tarde, volverá a aprender a tocar con más facilidad que otra persona que no lo haya estudiado de niño.
Por eso la mejor forma de favorecer y fortalecer el desarrollo personal, emocional y físico de nuestros hijos es ofrecerles un entorno seguro con los estímulos personales y materiales que precise en cada momento. esto quiere decir que se debe participar de forma activa en los juegos del niño y no acompañarles de forma apática o crítica.
A pesar de todo, aunque sea en la primera infancia en el momento en que se cran más conexiones, es importante recordar que el aprendizaje tiene lugar a lo largo de toda la vida de una persona, así pues no dejemos de jugar, aprender y disfrutar. Nuestro cerebro nos lo agradecerá.
Para saber más sobre este tema te recomiendo el libro Todo un mundo por descubrir, donde encontrarás información teórica y muchas actividades para realizar con tus hijos.
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