La crianza respetuosa, también
conocida como crianza con apego, busca el bienestar del niño respetando su
desarrollo natural sin supeditarlo al ritmo de vida de los adultos. Lo primero
que se debe dejar claro es el nombre de esta corriente que busca un regreso a
la crianza natural. Se habla de crianza con apego e incluso de crianza con
amor, pero la denominación que prefieren
padres y profesionales que defienden
esta crianza natural es crianza
respetuosa o crianza consciente. Decir crianza con apego
o crianza con amor da lugar a errores y confusiones e incluso a malentendidos
pues, en general, todos los padres tratan a sus hijos con amor y sienten apego
hacia ellos, sin embargo no siempre se respetan los tiempos del niño.
La crianza respetuosa busca un
equilibrio natural para la mamá y el niño. Se pretende volver a los orígenes de
la maternidad, al instinto maternal.
Pero no es un método con reglas y normas que haya que seguir al pie de la letra.
No puede decirse que haya unas reglas determinadas, quizá la única es no dejar
llorar al bebe sin más. Si el bebe o el niño lloran es porque les pasa algo, el
llanto es su forma de comunicarse con los adultos, nunca una forma de chantaje.
La crianza respetuosa más que una teoría es un estilo de vida para padres e
hijos, algo que en algunos aspectos la hace parecer una moda elitista, pues se
piensa que sólo los más privilegiados pueden permitirse que uno de los
progenitores (suele ser la madre) se quede en casa para cuidar de sus hijos,
pero en realidad es cuestión de prioridades: ¿Qué es lo que quiero para mi familia?
Es cierto que la crianza respetuosa está muy
relacionada con la lactancia materna y el colecho pero va más allá de estas
actividades e incluso se da en familias que no practican ni una ni otra. Es una
actitud. Es permitir al niño crecer y desarrollarse a su ritmo sin ajustarlo a
la fuerza al estilo de vida de los adultos. Esto no supone un consentimiento
total a los deseos del niño, hay límites, normas y responsabilidades,
simplemente que estas se intentan
adecuar al desarrollo del bebe y el niño, y no a los deseos, muchas veces
cambiantes, de los adultos.
Hoy en día los niños están
expuestos a un ritmo de vida acelerado.
El estilo de vida de la sociedad actual dominado por la economía y el consumo
exige cada vez más precocidad a nuestros hijos. Se ha adelantado la edad de
escolarización, se ha adelantado la edad a la que dejan de jugar y se ha
adelantado su iniciación en la sexualidad. En definitiva, el tiempo de la
infancia se ha reducido de forma considerable en las últimas décadas. De ahí la
inquietud de muchos profesionales y muchos padres por dar a conocer la
importancia de respetar las necesidades del niño.
La crianza respetuosa no trata de sacar todo el rendimiento a nuestros
hijos para que sean los mejores en el colegio, ni pretende que sean los niños
más obedientes del parque. La crianza respetuosa deja a los niños ser niños,
cada uno con su personalidad, y a los padres ser padres que abrazan, besan y
atienden la llamada de sus hijos, sea la hora que sea, sin sentirse culpables
por ellos.
No dejes de leer el libro Bésame mucho del doctor Carlos González.
No dejes de leer el libro Bésame mucho del doctor Carlos González.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué te ha parecido la entrada de hoy? ¿Quieres qué hablemos de algún tema en especial? Déjanos tus comentarios y sugerencias. Participa en nuestro blog y para no perderte nada déjanos tu email y suscribete a nuestro newsletter.