Piensa que si tú tienes una necesidad o inquietud seguro que otra persona se siente igual y probablemente esté cerca de ti. Tener un grupo cerca (física o virtualmente) te ayuda a relativizar los problemas, a desestresarte, cambiar de aires e incluso a organizarte mejor porque buscarás la manera de hacer todo y encontrar tiempo para acudir al grupo.
Ya sea de crianza o de crochet es bueno sentirse parte de algo y en el caso de las familias homeschooler creo que es algo fundamental porque a veces (demasiadas veces) nos sentimos bichos raros y los grupos nos "normalizan" por decirlo de una forma. Recuerdo el día que conocí a una mujer (ahora amiga) con hijos de 18 y 20 años que nunca habían ido al colegio ¡pura inspiración! que no hubiera conocido de no ser por el grupo.
De pronto descubres que màs gente de la que piensas a tu alrededor comparte tus inquietudes en crianza, educación, lactancia... empiezas acrear tu propia tribu que te ayuda a crecer como persona, a ser quién eres, que quieres llegar a ser o simplemente pasar un buen rato. Quizá esto es lo que llaman socialización pero reconozco que en nuestra experiencia, aunque participamos en grupos familiares, este apoyo, esta socialización, es más para los adultos (para mí) que para los niños. A mi hijo le gusta ir pero yo lo necesito.
Encontrarás más reflexiones sobre la tribu en este enlace.
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